Puedo decir sin temor a equivocarme que durante estos primeros 60 años de mi vida he sido feliz. Y voy a pelear por seguir siéndolo otros 60 más por lo menos.
He tenido una infancia feliz. La recuerdo como juego permanente, sentirme protegido y querido. Echando la vista a atrás, sin ser los únicos culpables, se lo debo a mis padres por su educación, valores morales, por ser referencia constante y por su amor incondicional. Y que decir de mis 5 hermanos. Mi vida no tendría sentido alguno sin ellos. Fui un niño un poco rarito, pero gracias a ellos jugaba al fútbol en lugar de hacer raíces cuadradas. 5 personalidades absolutamente distintas, pero auténticas. No tengo duda de que sin ellos, no sería la persona que soy hoy. Y queda Neli, llegó a casa cuando yo tenía 4 días de vida y mi relación con ella fue sencillamente excepcional, no teníamos que hablar para entendernos, fue una relación de amor puro e incondicional.
Se que me dejo gente importante de mi infancia, pero si no esto sería interminable.
Luego tuve una adolescencia feliz, pero no exenta de dificultades y de lucha por encontrar mi sitio en este mundo.
Cuando empecé a manejar mi vida, entrasteis vosotros en ella. Tengo el enorme privilegio de teneros como amigos, me aceptáis tal y como soy y me siento muy querido. Hemos compartido muchísimos momentos divertidos, llenos de alegría, sentido del humor y mucho amor. Y los que nos quedan. Y os lo quiero agradecer porque sois una parte muy importante de mi felicidad.
Otra parte importante de mi felicidad está en mi trabajo. Disfruto trabajando con jóvenes, me transmiten su alegría y energía y me siento muy querido.
Apartado especial para los perros, las Tanas, Fugas, los Chendos, Tango y Duna. Los recuerdo a todos por su infinita nobleza y fidelidad a cambio de nada.
Se que me han faltado cosas, no he sido padre no he creado una familia, pero viendo como ha sido mi vida hasta ahora, no cambiaría nada.
Leyendo lo que he escrito, y para ir terminando, llego a la conclusión de que soy feliz básicamente porque estoy rodeado de amor y, por supuesto, porque soy del Madrid. ¡Hala Madrid!